En el último siglo para alcanzar el progreso económico y social deseado se ha producido una creciente degradación del medio ambiente que está poniendo en peligro los sistemas futuros. El sector primario se encarga de abastecer a la población de materias primarias necesarias para la vida humana tal y como la conocemos actualmente. A lo largo de los años el sector de la alimentación ha ido modificándose y evolucionando en función de las necesidades humanas, ahora nos encontramos con la sobreexplotación de los recursos naturales para alimentar a toda la población del mundo. La realidad es que se produce la cantidad de comida necesaria para alimentarnos, pero descubrimos que sigue muriendo gente por inanición, que existe la pobreza alimentaria y que una parte de los alimentos acaban desechados en la basura. Si a esta situación de desigualdad le sumamos la producción de gases de efecto invernadero que produce hoy en día este sector no se alcanzarán los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para el año 2030. Para paliar esta situación se han ido creando formas de producción y consumo sostenibles que reducen los impactos ambientales y se encaminan hacia la consecución de los ODS.
El ciudadano posee un gran poder como consumidor a la hora de decidir sobre su compra diaria. En los últimos años ha ido evolucionando y cultivando una conciencia colectiva preocupada por una alimentación saludable, la economía local y el cuidado por el medio ambiente. Originando nuevas alternativas de consumo en las cuales los productos ecológicos y artesanos son más accesibles para todo el mundo. Una de estas alternativas son los grupos de consumo que presentan contacto directo con los productores que ellos seleccionan fomentando el comercio local, de proximidad y con prácticas sostenibles.
Los grupos de consumo son un conjunto de personas que se organizan con el objetivo de realizar compras regulares directamente a los productores sin intermediarios. Principalmente los productos que se suelen adquirir son alimentos frescos y de temporada, pero hay algunos grupos que además obtienen productos de higiene, limpieza o ropa. La característica de estos productos es que son ecológicos o agroecológicos, artesanos y locales.
Estos grupos proporcionan una serie de ventajas a sus protagonistas, consumidores y productores, como las siguientes:
- Fomentar y afianzar el hábito de la compra verde: la adquisición de productos se realiza de manera regular convirtiéndose en un hábito de compra sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Esta forma de consumo otorga una gran comodidad, debido a que dependiendo del tipo de grupo la compra te puede llegar directamente a casa.
- Consiguen buenos productos a buenos precios: el grupo elige los productos que va a consumir teniendo en cuenta criterios como la calidad, la producción local y de temporada para reducir el impacto ambiental al máximo. Además, a esto le sumamos la relación directa con los productores sin intermediarios permitiendo conseguir precios justos para los productores y asequibles para los consumidores.
- Los consumidores acceden a productos especiales: algunos grupos pueden obtener productos que no se venden en tiendas o supermercados porque se producen a pequeña escala, en el territorio cercano y de variedades locales. Esto es muy importante para preservar y conservar la biodiversidad local y hace que las semillas de variedades locales o las razas autóctonas no se pierdan.
- Apoyo a productores con compromiso social y ambiental: estos grupos apoyan a los productores consiguiendo unos precios más justos, una demanda más predecible, pagos más rápidos, etc.
- Aprender y disfrutar en común: la mayoría de los grupos llevan a cabo actividades complementarias a la compra y distribución (visitas a productores, talleres de cocina, charlas…).
- Compartir las decisiones y las responsabilidades: estos grupos presentan un carácter participativo. Las decisiones se toman de manera democrática y las cosas no se dan hechas, hay que trabajarlas entre todos los participantes.
- Se crea una nueva relación entre productores y consumidores: a través del compromiso y la confianza trabajando conjuntamente para reducir el impacto en el entorno y mejorar la relación. Basándose en los vínculos de confianza de ambas partes.
Los grupos de consumo tienen aspectos positivos tanto para la sociedad como para el medio ambiente. El uno no puede vivir sin el otro por ello la importancia de cuidarlos.
Dentro de estos grupos existen varias formas de compra y distribución:
- Bajo pedido: los productores ofrecen una oferta periódica al grupo y los integrantes tienen que realizar su pedido. Estos realizan las entregas al grupo, el cual se encarga del reparto entre todos los miembros.
- Cesta básica: los productores realizan una selección de alimentos de temporada que se reparte a los participantes de manera periódica (semanal o quincenalmente) directamente en sus hogares o puntos de reparto. Los alimentos se recolectan el día anterior a su entrega para ofrecerlos lo más frescos posibles.
- Puesto o tienda: el grupo dispone de un local que puede ser un puesto en el mercado, una tienda o un supermercado entre otros. Es la distribución menos característica de estos grupos pero también existen tiendas que tienen sus propios grupos de consumo o sirven como lugar de recogida de los productos.
Los grupos de consumo han evolucionado y han adoptado diversas formas de organización. Por ejemplo, hay veces que uno de los participantes se encarga de realizar todas las compras como gestor fijo del grupo, también estas responsabilidades pueden ir rotando entre los integrantes del grupo cada mes o quincena y existen otros grupos que se reparten la organización de los productos por secciones entre otras muchas formas.
En los últimos años esta manera de consumo se ha expandido por toda España. Para formar parte de estos grupos existe la opción de unirse a un grupo ya formado o crear uno nuevo. Existen páginas web donde puedes realizar tu búsqueda más específica a nivel nacional según lugar, productos, productores y consumidores como en Grupo a Grupo, así como aplicaciones para facilitar la gestión de los grupos de consumo y su coordinación con otros grupos como Karakolas. En la Comunidad de Madrid encontramos multitud de iniciativas, proyectos y grupos de consumo como por ejemplo el Huerto de Usman, La Garbancita Ecológica, La Ecomarca o La Huerta de la Fundación.
Los ciudadanos tenemos un gran poder como consumidores marcando las demandas de mercado. Estas alternativas de consumo son un ejemplo de población concienciada, preocupada por su alimentación y comprometida con el cuidado del medio ambiente. Además, estos grupos fomentan la colaboración y la cooperación humana otorgando una gran importancia a las relaciones humanas. Con estas iniciativas, la población vuelve a vincularse a sus raíces y a la importancia de unos productos saludables y respetuosos con el medio ambiente que mejoran la calidad de vida de la población.
Texto por Patricia Palacios Lafuente