El pasado 8 de diciembre pudimos asistir a la presentación del estudio La percepción sobre el desperdicio alimentario en España: análisis de los desafíos y posibles soluciones, realizado por Too Good To Go, empresa que busca la disminución del desperdicio en los restaurantes y comercios.
Los datos de desperdicio de alimentos no son nada despreciables, según estimaciones del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación más de 7,7 millones de toneladas se desperdician anualmente en nuestro país. Recordemos que esto es un problema grave ya que cuando hablamos de desperdicio alimentario también hablamos de todos los recursos –agua, nutrientes, energía, trabajo, etc.–, que también se pierden.
De de esas 7,7 toneladas gran parte del desperdicio se produce en los hogares, por ello a través del estudio presentado se buscaba conocer el nivel de concienciación de la población y destacar los principales obstáculos que dan lugar a esta situación para poder plantear soluciones.
Victoria Albiñana y Carlos García de Too Good To Go, llevaron a cabo una presentación de algunas de las conclusiones del estudio, entre las que destacan:
- 73% de las personas consultadas declaran sentirse muy preocupadas por el desperdicio alimentario.
- 85% señalaban que por razones económicas dedican más esfuerzos para reducir el desperdicio de comida.
- 80% ve positivo que exista una ley a nivel nacional dirigida a reducir el desperdicio alimentario.
- Más del 70% prefiere a las empresas que actúan frente al desperdicio alimentario.
Para analizar la situación actual y el papel que en esto juegan las instituciones públicas, se realizaron dos interesantes mesas redondas en las que además se trató el Proyecto de Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario –que debido al adelanto de las elecciones no pudo ser aprobada por el Congreso de los Diputados–, para la cual participamos junto con Too Good To Go y otras organizaciones en una campaña para animar a los diferentes partidos a que en su programa electoral incluyeran el desperdicio alimentario como una de sus líneas prioritarias de desarrollo para los próximos 4 años.
Políticas públicas como palanca de cambio hacia el desperdicio cero
En la primera mesa redonda “Políticas públicas como palanca de cambio hacia el desperdicio cero” participaron Milagros Marcos Ortega, Portavoz del Grupo Parlamentario Popular en la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación; Alejandro Salcedo Aznal, Jefe de Servicio de Consumo en la DG de Salud Pública de la Junta de Castilla-La Mancha y Carles Guirado González, Subdirección General de Transferencia e Innovación Agroalimentaria en la Generalitat de Catalunya y ORU Fogar.
Se trataron puntos claves como la necesidad de que las propias administraciones públicas actúen contra el desperdicio alimentario, porque como bien apuntaba Milagros Marcos más del 70% de las empresas españolas tienen ya planes de reducción del desperdicio y las administraciones públicas deberían incluir una cláusula donde este problema quede contemplado en los contratos que firman con diferentes proveedores para servicios como cafeterías o comedores. Otro punto fundamental que Marcos puso sobre la mesa referente al proyecto de ley es que aunque las donaciones de excedentes alimentarios es una buena iniciativa, nunca se debe perder de vista la seguridad alimentaria.
Por su parte Alejandro Salcedo propone que la mejor manera de afrontar el problema es apostando por los centros educativos para que los jóvenes “se vuelvan prescriptores de buenas prácticas en sus hogares”, así como a dar al asunto un “enfoque integral y multidisciplinar basado en la responsabilidad y el compromiso compartido”.
Uno de los principales retos en cuanto a la ley nacional fué puesto de manifiesto por Carles Guirado, en cuanto a cómo implementar la ley teniendo en cuenta que en comunidades autónomas como en Cataluña ya existe legislación al respecto (Ley 3/2020, de 11 de marzo, de prevención de las pérdidas y el despilfarro alimentarios), además de la necesidad de involucrar a todos los eslabones de la cadena.
Un futuro sin desperdicio alimentario
Por otro lado en la segunda mesa redonda “Un futuro sin desperdicio alimentario”, en la que participaron Laura Fernández, Directora de EUFIC; Teresa Knoerr, Responsable de la iniciativa Sistemas Alimentarios Sostenibles en Forética y Vicente Domingo, experto en sistemas alimentarios sostenibles, el enfoque fue diferente.
Un punto que quedó claro es que la concienciación no lleva a la acción, por lo que Laura insistió en que es necesario “dar a la población las herramientas y la motivación necesarias para poder saltar las barreras que impiden la acción» y como es fundamental que estas herramientas estén adaptadas a las realidades sociales y culturales de cada país y comunidad para que sean realmente exitosas.
La mesa redonda se cerró con una interesante reflexión de Vicente Domingo en cuanto al cambio en lo que entendemos por “comer bien”: “Antes esto significaba comer un buen chuletón porque se venía de una época de carencias y hambre, mientras que ahora esto ha cambiado y se tiene un enfoque mucho más orientado hacia la salud y la sostenibilidad”.
La jornada se cerró con buenas noticias por parte de José Miguel Herrero, Director General de la Industria Alimentaria (Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación), que compartió su esperanza de que la Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario “pueda salir lo antes posible”, ya que el ministro Luis Planas pretende que una de las primeras leyes que se retome en enero sea esta.
Muchas gracias a Too Good To Go por invitarnos a esta jornada y a colaborar en otras acciones para conseguir una ley antidesperdicio estatal.
Carlota López Fernández