Cada 29 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, una fecha que nos recuerda la magnitud de un problema que muchas veces pasa desapercibido: un tercio de los alimentos producidos en el mundo nunca llega a consumirse. Mientras tanto, millones de personas carecen de acceso a una alimentación digna.
Desde La Cocina de los Nietos –proyecto de Fundación Vida Sostenible dedicado al intercambio de conocimientos culinarios entre generaciones con el fin de llevar una alimentación más sostenible y recuperar la cocina de aprovechamiento– se quiere demostrar que con un poco de creatividad y memoria culinaria, lo que suele acabar en la basura puede transformarse en platos deliciosos, ayudando al planeta y a nuestro bolsillo.
En el perfil de Instagram del proyecto se han compartido varias recetas que muestran cómo aprovechar al máximo frutas maduras, pan duro o verduras que languidecen en la nevera. Aquí te traemos cuatro ejemplos que puedes poner en práctica de manera muy sencilla en casa:
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Melocotones en almíbar: las conservas son nuestras grandes aliadas, una práctica antes muy utilizada que se ha quedado un poco en el olvido. Con esta conserva sencilla puedes aprender como aprovechar la temporada de esta fruta de manera que luego puedas disfrutarla en los meses más fríos.
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Compota de melocotón: otra conserva que nos permite aprovechar la fruta de una manera diferente. En este caso con pocos ingredientes podemos «salvar» frutas que estén blandas, golpeadas o estén un poco pasadas.
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Caldo de verduras: los caldos son una gran manera de aprovechar diferentes restos que de otra manera acabarían directamente en la basura. En esta receta se propone aprovechar restos de verduras y hortalizas para hacer un culdo de verduras que puede ser la base perfecta para guisos, arroces o sopas.
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Puding de pan: un clásico de la repostería de aprovechamiento que dominaba los postres de casas, bares y restaurantes pero que se ha quedado en el olvido. Con pan duro unos sencillos ingredientes más se consigue un un postre jugoso y reconfortante.
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Picatostes con pan duro: otra manera muy sencilla de aprovechar el pan –uno de los alimentos que más se desperdician en España– un acompañamiento crujiente para sopas o ensaladas que además es muy fácil de hacer.
Estas recetas son un recordatorio de que la cocina de aprovechamiento no es una moda, sino parte de una tradición que generaciones anteriores practicaban con naturalidad. Recuperarla hoy no solo nos conecta con esa sabiduría, sino que también es un gesto político y ecológico frente al sistema alimentario actual.
Porque cada melocotón rescatado, cada corteza de pan reutilizada y cada verdura convertida en caldo es una pequeña victoria contra el desperdicio.